IRSA salió con todo a redefinir el concepto de los espacios de coworking y puso en marcha Workplace, una obra que demandó la transformación de un edificio de 10.000 m2 con una inversión de US$ 2,5 millones.

Este espacio, ubicado en Saavedra, a metros del Shopping DOT, y que ahora pasa a integrar lo que la desarrolladora bautizó como Polo DOT, busca llamar la atención de emprendedores dedicados, sobre todo, al mundo tecnológico y de las startups.
Según la misma empresa, incluso, se trata de una suerte de “club de emprendedores», con amenities como canchas de paddle, sala de juegos electrónicos, una sala de streaming profesional equipada para producción de contenido y siestario, entre varios otros.
Dentro del diferencial que pretende marcar IRSA no solo aparece el concepto de los espacios en si, sino también la forma de contratación de las superficies.
Las empresas no pagan por la cantidad de metros cuadrados contratados, sino por la cantidad de puestos de trabajo que se utilicen y el acceso a los servicios. Según el contrato que se firme, cada cliente contarpa con créditos a ser usados en los diferentes servicios que ofrece el lugar.
Ya operativo desde hace pocos meses, en Workplace ya trabajan más de 2.000 personas de unas 50 startups, además de empresas consolidadas. Y con este trabajo ya muy asentado, ahora la idea es extender el concepto a las cercanías de otros de los centros comerciales de IRSA, según explicó Rocío Belén Pérez Berzoni, directora Ejecutiva de Workplace.
Con esta apertura, IRSA pretende aprovechar la ventana que se comenzó a abrir tras la salida de la pandemia, donde la actividad tanto en las oficinas tradicionales como en los coworking se reactivó.