La provincia está representada por el secretario Ejecutivo del Congreso Pedagógico, Francisco Romero, quien consideró que «la gran discusión es cómo se distribuye la riqueza que producen todos en función de las grandes prioridades». En esta primera edición, el espacio iniciará la discusión de una nueva Ley de Educación Superior.

El secretario Ejecutivo del Congreso Pedagógico, Francisco Romero, confirmó la participación del Chaco en el primer Cabildo Abierto por la Soberanía Educativa. Así, consideró que el contexto de la pandemia exige repensar la educación en todos los niveles teniendo en cuenta que «la gran discusión» continúa siendo «cómo distribuir la riqueza generada por todos en función de las grandes prioridades».
El Cabildo es una iniciativa asumida por diferentes espacios culturales y educativos de todo el país, desde la Patagonia hasta el NEA y NOA, que incluyen además a personalidades destacadas de la educación como la viceministra de Educación de la Nación, Adriana Puigross, los ex titulares de la cartera educativa nacional Daniel Filmus y Alberto Sileoni; los referentes sindicales Sonia Alesso (CTERA) y Carlos De Feo (Conadu) y estudiantes de educación superior; entre otros.
La idea es trabajar cuatro cabildos, a nivel propositivo: el primero sobre Educación Superior, el segundo sobre la Secundaria y Nuevas Adolescencias, el tercero sobre Formación Docente; y el cuarto sobre Soberanía Científica, a propósito de los desafíos generados por la pandemia de coronavirus.
Nueva ley
En el primero, que se realiza durante la jornada de este viernes, se discutirá la Ley de Educación Superior. Cabe recordar que la normativa vigente data de 1995, en pleno auge neoliberal, y pensada en términos del mercado e introdujo el arancelamiento de algunas carreras. La situación tiene su faceta en el hecho de que la Universidad Nacional del Nordeste dicta la carrera de Abogacía en Corrientes de manera gratuita, pero en las extensiones de la misma casa de estudios en el interior del Chaco es arancelada.
«En el Siglo XXI no tenemos ninguna ley de Educación Superior, qué modelo de formación docente, qué modelo de ciencia e investigación queremos, así que esta es una iniciativa que hace rato se viene planteando para comenzar el debate sobre qué educación queremos», explicó.
En la provincia, también se programa el Capítulo Nordeste, que involucre al Chaco, Corrientes, Misiones y Formosa; para plantear las necesidades desde una perspectiva regional, para el cual se convocó a Delfina Veiravé (UNNE), Germán Oestmann (UNCAUS), Aldo Lineras (decano de la Facultad de Humanidades de la UNNE), entre otros.
Redistribución
Para Romero, el contexto actual obliga a repensar la Educación inmediatamente, habida cuenta que, entre otras cuestiones, expone la necesidad de tender puentes digitales entre los participantes de proceso. «No podemos esperar que termine la pandemia para iniciar estos debates y por eso nos estamos encontrando a través de plataformas virtuales para, al menos, empezar a discutir esto, en días como hoy que evocamos a Juan José Castelli cuando en su discurso ante el obispo Lué hablaba de la necesidad de la Soberanía Popular», apuntó el exministro de educación.
El debate por una nueva Educación Superior amerita retomar la idea de Soberanía vilipendiada desde la ideología neoliberal que impregno la normativa que aún está vigente, y es un trabajo que debe estructurarse para le mediano y largo plazo. «Cuando ideas como la transformación de la Educación en un servicio y por lo tanto deje de ser un derecho, las consecuencias se terminan de ver en el largo plazo», opinó.
En esta línea, reflexionó sobre la necesaria inversión que se requiere para superar la brecha de la desigualdad en la educación actual. Romero puntualizó que la redistribución del ingreso debe articularse en función las necesidades de las grandes mayorías y citó como ejemplo experiencias exitosas como el Programa Conectar Igual, que permitió a miles de niños y niñas de todo el país «acceder a una netbook que, de otra manera, no hubiesen conseguido». «Pero además, el Presupuesto había superado el 6% del PBI antes de la llegada del Gobierno anterior y durante esos cuatro años, bajó al 4,8%; por eso la gran discusión es cómo se distribuye la riqueza que producen todos en función de las grandes prioridades», consideró.