Dylan, de tan sólo 4 años, aguardaba por un corazón para ser sometido a un trasplante, el cual implica su única opción de vida. Oriundo de Villa Berthet, Chaco, padecía una grave enfermedad cardíaca, que lo impulsó a atravesar casi una decena de intervenciones quirúrgicas en el último mes. Finalmente ayer llegó su corazón y fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Italiano de Buenos Aires.
A 24 horas del trasplante, dialogamos en Radio Nordeste 102.7 con Mario Gómez, papá de Dylan quien nos contó cómo vivió el momento tan esperado. «Esperaba el día, pero la verdad no me lo esperaba, por suerte llegó y su corazón ya está ahí, latiendo.», dijo Mario con voz de felicidad.
«Anoche me dejaron verlo, estaba hablando con los enfermeros y él me escuchaba y movía las manitos y eso me generaba una alegría inexplicable.» contó Mario quien se enteró de que su hijo recibiría un nuevo corazón a las siete de la mañana y dos horas después fue intervenido quirúrgicamante en el Hospital Italiano de Buenos Aires.
Dylan a sus 18 meses de vida comenzó a manifestar dificultades respiratorias y una hinchazón abdominal, que llamaron la atención de sus progenitores, y posteriormente de las autoridades médicas. En consecuencia, al niño le realizaron una sucesión de análisis que detectaron una miocardiopatía hipertrófica dilatada. Su única posibilidad era un trasplante pero la espera fue eterna, habían pasado ocho meses con intervenciones que se hacían interminables. «Yo desde un principio sabía que íbamos a llegar a este momento. Los médicos nos venían preparando y sabíamos que íbamos a llegar a esto porque hay muchos casos en los que están en espera y no llega. Es una situación fuerte.», detalló Mario, padre del pequeño.
Los médicos que asisten a Dylan habían tomado conocimiento de la llegada del corazón para el pequeño en lista de espera el día domingo por la noche. El padre de Dylan se enteró del trasplante a las siete de la mañana y dos horas después el niño pasó a quirófano. «A la madrugada lo pusieron en ayuna y a las siete de la mañana me dijeron recién que llegó el corazón para él. Cuando me dijeron que llegó el corazón no sabía ni qué hacer. La emoción que uno tiene, es inexplicable.», relató Mario Gómez a Radio Nordeste.
«Cuando íbamos al qurófano él pensó que nos íbamos a la casa y antes de que se duerma me agarró la cara y me dijo «papá mi amo» como diciendo «papá te amo» y ahí se me nubló todo.», dijo Mario y contagió su emoción y felicidad a todos. «La verdad que ayer fue una locura todo el día y anoche cuando lo ví sin todos esos aparatos que tenía, fue una emoción inexplicable.», añadio.
Sobre cómo encontró al pequeño, después de la cirugía, Mario detalló «Lo ví bien anoche. Hablaba con los enfermeros de cómo pasó el día y mientras hablaba con ellos, Dylan movía los dedos las manos y por eso sé que se está recuperando muy bien».