En estos días pensaba en cómo será el mundo que se viene, ¿habremos aprendido algo con todo esto que está pasando? o cuando se levante la cuarentena todo volverá a la “normalidad” ruido, contaminación…
Pensaba en que mundo les tocara vivir a las generaciones que vendrán, y en una entrevista que le hice a la Ing. Marcela Canosa dijo algo sumamente interesante, “hoy los jóvenes ya no quieran solo un trabajo que le permita pagar sus cuentas, sino también uno que le dé sentido a su vida y eso me parece importantísimo a nivel de conciencia”.
Eso me llevo a recordar a Greta Thunberg, esta niña de 16 años, nacida en Suecia, que el año 2018 desato un movimiento a nivel mundial de niños en edad escolar que exigían mayores medidas de los gobiernos para luchar contra el cambio climático y hasta antes de la aparición del coronavirus, millones se encontraban participando en marchas para demostrar su respaldo a esta causa, y que en la actualidad podemos ver que a través de sus redes sociales siguen concientizando, pidiendo con mayor fuerza que los poderes políticos tomen acción y se haga algo para mejor la calidad ambiental.
Los Fridays For Future, promovidos por la propia Thunberg, tuvo una gran aceptación entre la generación Z, lo que nos indica una cosa: las nuevas generaciones llegan con nuevos valores y algunas expresan lo siguiente:
“Somos la última generación que puede poner fin al cambio climático. Podemos hacerlo y lo haremos”. Khishigjargal, 24 años, Mongolia.
“Algunos pueden creer que somos demasiado jóvenes para comprender los riesgos y las realidades del cambio climático. Pero vemos sus efectos en nuestra vida diaria”. Gertrude, 16 años, Tanzanía.
Se ha llegado a cuestionar si el debate generacional es productivo, y creo que mucho tenemos que aprender los mayores de los más jóvenes y más aun cuando el planeta se encuentra en el estado que esta, en gran medida por “culpa” de las generación pasadas y actuales, y por ellos terminan siendo ellos quienes alzan con fuerza la voz para exigir respuestas y soluciones.
Muchos adultos todavía ven el medio ambiente como un problema secundario, lo que evidencia una vez más el conflicto generacional existente. Los adultos pensamos en la herencia material que le podríamos dejar a nuestros hijos, pero nadie piensa que si no le dejamos un planeta sano de nada sirve que le dejemos todo el oro del mundo y hoy el plante nos lo esta demostrando.
El rol de esta nueva generación en el cuidado del ambiente es fundamental porque ellos si entendieron en que planeta quieren vivir cuando tengan nuestra edad.