El optimismo que existía dentro del Gobierno respecto al cambio de candidato al frente de la cabeza de lista y a la reimpresión de las boletas en provincia de Buenos Aires tras la renuncia de José Luis Espert a su candidatura como diputado, desapareció.

El fallo matutino que ordenó que Karen Reichardt sea quien lidere la lista y no Diego Santilli significó un sacudón contundente. Sin embargo, por la tarde del miércoles la resignación era mayor porque entienden que también habrá una decisión adversa sobre el pedido para que se manden a reimprimir las millones de boletas que ya fueron enviadas a hacer y que tienen la imagen de Espert.
La audiencia en el juzgado electoral de La Plata, a la que asistió el ministro del Interior Lisandro Catalán, fue positiva en términos de diálogo y escucha del juez Alejo Ramos Padilla, aseguran fuentes ejecutivas consultadas por Clarín.
Pero los argumentos dados para pedir la reimpresión no alcanzarían y el oficialismo estaría obligado a salir a la cancha tal cual está haciéndolo actualmente en los avisos de campaña, más allá de la renuncia de Espert: con la imagen del economista, involucrado en un escándalo con un empresario con vínculos narcos como Fred Machado, detenido el martes en Viedma y con extradición inminente a Estados Unidos.
Así, quedaría descartada internamente la chance de hacer renunciar a Reichardt para que quede Santilli como número uno de la lista en la provincia de Buenos Aires. «No serviría de nada porque igual figuraría Espert como primer candidato», se lamentan.
Qué pasó en la audiencia en La Plata
En la audiencia que se llevó a cabo el miércoles por la mañana en el juzgado federal electoral de La Plata, el ministro del interior Lisandro Catalán dijo que el costo de reimpresión es de $ 12.169.655.000 y que cuentan con “crédito presupuestario” para afrontar dicho proceso.
«Nosotros fuimos muy cuidadosos en el manejo de los fondos públicos para el proceso electoral y eso nos llevó a tener un ahorro de 15.500 millones de pesos respecto de la previsión presupuestaria. Eso está disponible», sostuvo Catalán.
El juez Alejo Ramos Padilla.
Además, sobre la reimpresión de boletas y el presupuesto destinado a la elección, dijo: «En términos de tiempo es factible. Pero la decisión depende de la Justicia y vamos a acatar la orden. En el caso de que la justicia decida no reimprimir, se lo devolveremos a la Secretaría de Hacienda, como corresponde».
Catalán también declaró: «Fue una audiencia respetuosa y positiva, donde se habló fundamentalmente de las cuestiones técnicas y de la viabilidad fáctica de poder llevar adelante el proceso de impresión de boletas».
Y añadió: «El objetivo de la audiencia era explicar y escuchar a todos los apoderados de los partidos, y considero que se cumplió. Ahora la decisión final le corresponde a la justicia».
Por qué no renunciaría Reichardt
Al no reimprimirse las boletas, desde el Gobierno desactivarían el plan de hacer renunciar también a Karen Reichardt a la candidatura a diputada nacional.
En despachos donde se diseña la campaña de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, consideran que «ya no tiene sentido» hacerlo si Ramos Padilla falla en contra.
Karen Reichardt y Diego Santilli, cabezas de la lista de candidatos a diputados nacionales de La Libertad Avanza tras la renuncia de José Luis Espert.
Así, Santilli igual será quien lidere la campaña, secundado por quien en realidad figura al frente de la lista, más allá de que en las boletas, de ratificar su fallo Ramos Padilla, aparecerá Espert.
Quienes conocen los pasillos judiciales y la letra chica de las decisiones electorales se sorprenden de que el Gobierno se haya mostrado tan convencido de hacer un cambio que, además de un millonario costo económico, implicaba también habilitar a todo el resto de las fuerzas a hacer modificaciones.
«Esto no es un caso de extrema gravedad, como puede ser el fallecimiento de un candidato. Acá renunció el primero de la lista por estar involucrado en una causa de corrupción, nadie nos obligó ni a ponerlo como candidato ni a hacerlo renunciar», se sinceran, y se resignan sobre todo, quienes trabajan en la campaña.