La muerte del Diez nos dejó con sus frases suspendidas en el aire: humor, rebeldía, dolor y fútbol. Mucho de lo que dijo fue sincero y valiente. Algo de lo que dijo realmente no lo fue. Pero, en definitiva, sus ideas se hicieron parte del habla popular y hoy nos permiten expresar mejor algunas cosas que sentimos los argentinos.
De regalo en esta edición, un libro con las mejores 1.000 frases de Diego.
Así habló D10S. La Nación compila 100 frases de Diego Maradona. Clarín, Olé y Página 12, 60 cada uno. Marca, el periódico español de fútbol, 58. Las cosas que Maradona dijo son casi tan recordadas como las que hizo adentro de la cancha. Fue un campeón y un lenguaraz. Basta con leer algunas de sus mejores jugadas habladas:
- “Se le escapó la tortuga”.
- “Es capaz de tomarle la leche al gato”.
- “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”.
Y en esta edición —que nos agarra todavía un poco en shock, con nuestra bandera a medio izar y en duelo por su muerte— te dejo un libro de regalo con muchísimas más frases:
El libro, publicado en el año 2005, fue recopilado por los periodistas Marcelo Gantman y Andrés Burgo (quien lo subió ahora a su web: en realidad, el regalo viene de él).
Luego de hacer arqueología en diarios, revistas y archivos de programas de radio y televisión, Gantman y Burgo encontraron algunos dixit que, si no fuera por el trabajo de ellos, injustamente habrían pasado al olvido para siempre:
- “Nosotros no éramos chicos de la calle; éramos chicos del potrero”.
- “De una patada fui de Fiorito a la cima del mundo, y ahí me la tuve que arreglar solo”.
- “En aquellos inolvidables días de México ’86, Dios estuvo conmigo”.
Una cosa poco conocida, que cuenta en el prólogo Andrés Burgo (también autor de El partido: Argentina – Inglaterra 1986 y del best-seller La final de nuestras vidas), es que después de la victoria contra los ingleses, los diarios argentinos no pusieron nada de “la mano de Dios”. Parece que esas palabras tan célebres no fueron un hit instantáneo.
“Maradona tenía la genialidad en la pierna izquierda y también en la lengua”, dice ahora Burgo. “Al principio fue más apocado, pero cuando la biología y el tiempo empezaron a marcar el final de la carrera de su pie izquierdo, él empezó a hacer una carrera con su lengua… y fue fascinante. Construyó miles de frases. El último Maradona seguía tirando frases, por ejemplo contra Macri, pero en Instagram. Pero ya sin jugar, ya sin decirlas, es como si hubiera presentido el final”.