No habrá peregrinación para venerar a la patrona de las causas imposibles. La misa central será a las 11, a puertas cerradas y con transmisión en vivo de Chaco TV.
Parroquia San José en Puerto Tirol. Todos los 22 de mayo recibe decenas de miles de fieles a Santa Rita, que no podrá ser este año. Crédito de foto: Viapais.
Todos los 22 de mayo la fe católica le rinde tributo a Santa Rita de Casia, patrona de las causas imposibles. Sin embargo, esta vez la festividad se verá modificada en su organización.
Año tras año (hasta este 2020), la celebración congrega a decenas de miles de fieles de la provincia y del país. Popularmente se menciona que llegan alrededor de 100.000devotos a Puerto Tirol, precisamente a la parroquia San José a venerarla.
De esta manera, en concordancia con las normas de prevención de contagio de coronavirus, que establecen evitar la aglomeraciones, los párrocos Hernán Gómez Pérez y Carlos Dellamea comentaron en diálogo con Radio Provincia cómo estará organizada la edición de este año de la celebración.
Ese viernes 22 de mayo habrá una misa a las 7.30 por el pueblo y por los devotos de Santa Rita. A las 9 tendrá lugar el rezo del rosario por la vida. Luego, a las 11 será la misa central presidida por el arzobispo de Resistencia, Ramón Alfredo Dus, quien rezará por las autoridades y emitirá un mensaje referido al contexto mundial de pandemia.
Tanto la misa como el rosario serán transmitidos en vivo por la señal de televisión y cuentas de Facebook de Chaco TV y por radio y cuenta de Facebook de FM Estilo 88.3 de Puerto Tirol. Como no estarán las puertas abiertas al público piden a los fieles que no se acerquen a la ciudad para evitar malentendidos. El lema de esta edición será “Santa Rita desde casa”.
Con la pandemia, «creció el amor a Dios»
Hernán Gómez Pérez y Carlos Dellamea, párrocos de la parroquia San José de Puerto Tirol.
Por su parte, Dellamea aseguró que en este contexto de pandemia, están notando un «crecimiento en la fe de la comunidad». «La verdad que por lo que vamos viendo, ha crecido el número de gente en su fe, y ese trato íntimo, personal y de amor con Dios. Antes de la pandemia, con la normalidad, algunos estaban un poco alejados, pero ahora se acercan más a Dios. Siempre las situaciones difíciles nos llevan a a elevar la vista y orar a Dios«, comentó el párroco.